La tradición de soltar palomas blancas en los servicios conmemorativos al aire libre conlleva un profundo mensaje simbólico de esperanza y recuerdo. Por lo general, se suelta una bandada de palomas hacia el final de la ceremonia, y todas, menos una, emprenden el vuelo al principio. Crean círculos en lo alto, que simbolizan a los ángeles que esperan pacientemente a que los difuntos se unan a ellos, un reflejo conmovedor de las esperanzas y oraciones de amigos y familiares. El vuelo de la paloma solitaria significa que el espíritu del difunto emprende su último viaje de regreso a casa. En los casos en que se recuerda a varias almas, se puede soltar una sola paloma por cada una, honrando su memoria individual.